miércoles, 4 de abril de 2018

ENTENDIENDO EL SEPTIMO PASO DE LA ORIENTACIÓN AL CLIENTE: ESTRATEGIAS DE RELACIONAMIENTO

En la entrega pasada, hablamos  sobre los componentes de la lealtad de los clientes y del trabajo por el logro de la satisfacción antes de empezar a realizar acciones enfocadas a lograr su fidelidad.  Hablaremos ahora de los  tipos de estrategias que una compañía orientada al cliente debería llevar a cabo en cada etapa de su ciclo de vida.

Normalmente las compañías se enfocan en aumentar las ventas para traer clientes nuevos, y cumplir así con la primera etapa de este ciclo de vida que es la adquisición, lo cual está bien, dado que toda empresa requiere fundamentalmente generar ingresos y para ello es importante vender.  Pero también una forma de generar ingresos y rentabilidad es crecer y mantener los clientes actuales.  Las empresas necesitan crecer el valor de sus clientes y construir relaciones con ellos para toda la vida, es necesario blindarlos en lo posible frente a las ofertas de valor de la competencia.



Es por esto que es necesario llevar a cabo estrategias de crecimiento de clientes, es decir hacer estrategias de venta cruzada desde el área comercial para aumentar la frecuencia y el monto de los clientes actuales.  Realizar estrategias de contacto emocional y de conveniencia desde el área de mercadeo para agregarle valor a los clientes, con información, contenido, ofertas, invitaciones, reconocimientos, etc. Realizar también estrategias conjuntas entre las áreas de mercadeo, ventas y servicio, enfocadas a retener a los clientes, no desde una retención obligada y reactiva, aunque también es necesario crear anillos de retención que aumenten el costo para el cliente de explorar otras opciones, pero más allá de eso, las empresas deben ser capaces de usar el conocimiento de los clientes para entregarles ofertas de valor suficientemente fuertes para lograr que quieran quedarse.  Una vez se hayan implementado este tipo de estrategias y como resultado de todo lo anterior, hay que implementar estrategias de fidelización, que si bien las estrategias realizadas en las etapas anteriores del ciclo de vida del cliente, contribuyen a tener clientes más leales, muchas empresas están empezando a construir planes de fidelización y recompensas, muchos de ellos basados no solamente en puntos, (que no es la única opción y no siempre la más recomendada), sino en aliados con  marcas de diferentes categorías relevantes para los clientes, programas multiesponsor, es decir de responsabilidad compartida, premios en entrega inmediata, y hasta comunidades virtuales que también están convirtiéndose en una manera de llevar clientes fieles a ser clientes fans de la marca.

En resumen, hay que entender que la orientación al cliente, se define también por la capacidad que tiene la empresa para relacionase con sus clientes de forma tal que esta relación genere vínculos de lealtad por la presencia permanente y constante en la vida del consumidor, no de forma intrusiva, sino de forma respetuosa y presente en su cotidianidad y sus procesos de decisión y de consumo.


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